3 razones para celebrar la Navidad

Llegó Navidad. Una de las mejores épocas del año. Esperada por todos en la familia.

Es un tiempo de reflexión, de colaboración familiar y de mucha alegría.

Algunos tratan de recordar el verdadero significado de la celebración, mientras para otros puede pasar desapercibido, pero la celebración es en sí misma un tiempo especial.

Yo crecí en un hogar conservador donde la celebración de la Navidad no fue común y, una vez casado y con hijas, mantuve esa enseñanza.

Pero…

Por fin pusimos el arbolito de navidad en nuestra casa.

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Luego de 11 años de vivir en Guatemala, pusimos el arbolito.

Estamos rodeados de amigos que la celebran, nos congregamos en una iglesia que la celebra, ¡todo mundo la celebra!

Era de esperarse, se veía venir.

Estas son 3 lecciones que he aprendido en el transcurso de estos años respecto a la celebración de la Navidad.

La Navidad es un pretexto para proclamar el evangelio.

Y no me malentiendas, por pretexto me refiero a que es una celebración mundial y tan secularizada que, los cristianos podemos devolverle el verdadero significado: El amor de Dios al enviar a Jesús a nacer, crecer, morir y resucitar. Así que, vale la pena celebrar Navidad.

La Navidad es un tiempo para unir a la familia.

No es un secreto que la algarabía de las compras, las ofertas y demás estrategias comerciales pueden resultar en todo lo contrario. ¿Acaso no has discutido ya por andar de compras? ¿No debería ser un tiempo agradable y armonioso? Pero lo bueno es que, a pesar de nuestros desatinos, Dios nos ama, nos perdona y nos permite reconciliarnos entre nosotros. Así que, vale la pena celebrar Navidad.

La Navidad es una buena tradición.

Las tradiciones nos dan identidad, nos hacen únicos, nos hacen especiales. Celebra la Navidad nos identifica como cristianos, celebrarla es una proclamación de fe. No es la única, pero es una, al fin y al cabo. Así que, vale la pena celebrar Navidad.

Este año pusimos el arbolito de Navidad en nuestra casa. Irlo a comprar fue emotivo, desempacarlo fue emocionante, armarlo ¡ni se diga! Estoy contento porque estamos celebrando la Navidad. Pero estoy más contento que la decoración, los regalos y la celebración demostramos al quienes nos rodean que somos cristianos y creemos en Jesús como nuestro Salvador. Vale la pena celebrar Navidad.


P.D.
Allá por el 2010 escribí un artículo sobre Navidad, se titula Es época de navidad, ¡celebrémosla a lo Salvadoreño! Creo que sigo pensando igual.

 

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