Los desastres ambientales empiezan en casa

Poco a poco estamos destruyendo nuestro planeta, ¿no te parece?

Desde las pequeñas acciones como dejar correr el agua más tiempo a la hora de cepillarnos los dientes, pasando por el mal uso del plástico, hasta las pobres políticas ambientales, estamos destruyendo nuestro planeta.

Uno de los problemas del ser humano es que, a diferencia de su humanidad, cree que los recursos son ilimitados. Así es nuestra naturaleza humana, destructora, consumista e inconsciente. Lo podemos ver en el comportamiento de los bebes y niños, que todo lo quieren para sí y no tienen límites, a menos que se les impongan.

Por eso es importante que tengamos conciencia propia sobre la administración de los recursos naturales y cómo manejamos el tema de los desechos. Eso empieza en casa, no en el congreso y menos en el despacho presidencial.

Las leyes se hicieron porque había que regular cómo las personas se comportan en público y su impacto en la sociedad.

Si desde casa no educamos con amor, el Estado tendrá que hacerlo con la fuerza. Por eso el cambio ambiental inicia en casa.

Si una sociedad se educa sobre el manejo de desechos, será más fácil implementar leyes que permitan la continuidad de esa educación. La ley sería solo el vehículo, y no el todo, como es hoy en día, si es que existe una ley.

Si la educación inicia desde los primeros años en el hogar, cuando la persona llegue al Congreso, impulsará leyes que fortalezcan esa enseñanza. Si no hubo una educación sólida, bueno, ya sabemos la realidad.

El desastre natural del incendio en el vertedero de Villa Nueva, la tala desmedida de árboles en Petén, la contaminación del río Motagua, en fin, podríamos nombrar muchos más que impactan negativamente el ambiente, es muestra que estamos destruyendo nuestro planeta.

¿Qué podemos hacer?

Primero, sin una conciencia de que algo está mal, no podremos cambiar. Debemos cambiar nuestro pensamiento sobre el tema ambiental. Dar esos primeros pasos para el cambio. Consumir más inteligentemente y reciclar.

Segundo, debemos creer que nuestro aporte sirve de mucho. La humanidad llegó a la Luna cuando dio sus primeros pasos en La Tierra.

Tercero, compartamos con los demás los cambios que estamos realizando para contagiarlos y unirnos, porque la unión hace la fuerza.

Cuarto, involucrémonos social y políticamente. Si no ejercemos presión las cosas no van a cambiar.

¿Estás destruyendo o construyendo nuestro planeta?

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